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Publicado el Martes, 27 Enero 2015 10:59
Una de las cuestiones que más preocupan a los pacientes que acuden a nuestro centro de fotodepilación láser para la eliminación del vello no deseado es el efecto que produce el mismo láser en la piel tratada. En este artículo vamos a intentar aportar algo de información sobre el tema y luz sobre la inocuidad de una técnica aplicada en tratamientos médicos que durante años han supuesto la satisfacción de miles de personas que han visto solucionado sus problemas con el pelo que no quieren.
La radiación que se lanza con el láser para acabar con el folículo piloso que contiene el vello se refleja en gran parte por la misma piel de una forma natural. El resto, una porción mínima y calculada, se absorbe.
En este sentido, hay que recordar que a las sesiones de fotodepilación láser es obligatorio acudir con la piel limpia, sin cremas, para que su efecto reflectante no atenúe la penetración del rayo de luz, porque, como hemos comentado, una parte de la energía lanzada contra el folículo piloso situado en la piel, sí penetra en ella y es la que actúa en el proceso de fotodepilación láser.
Dentro de esta sencillez, los especialistas manejan un concepto en relación con la capacidad de cada piel para asumir la energía del láser. Este concepto es la absorción, o lo que es lo mismo, la tasa de energía final que se convierte en calor, que es la que se utiliza para destruir el citado folículo piloso que contiene el vello en crecimiento.
El concepto de penetración de la energía láser, asociado al citado de absorción, es el que se relaciona con la profundidad que alcanza la energía lanzada en la que todavía realiza el efecto biológico que se buscaba, como se ha comentado, la acción destructiva del calor. Traducido a un lenguaje numérico comprensible, si sobre la superficie de la piel el láser aplica un 100% de la energía, la penetración será la tasa de profundidad en la que el calor resultante aún se manifiesta en un 20% o en un 30% de la energía original.
Pero aún es necesario incorporar tres cuestiones relacionadas que influyen sobre la acción del láser en la piel: la composición química de la sustancia que ha de absorber la energía del láser, el color de la misma y su densidad. En el caso, de la fotodepilación láser médica, el agente que absorbe el calor es la melanina.
Por lo que se refiere a la densidad de la melanina, sus valores para el efecto de la fotodepilación láser no son determinantes, en otros tratamientos, en los que el láser se aplica a huesos de diferente grosor o cuando se aplica a órganos blandos, sí lo es. Sin embargo, el color de la melanina del vello es un factor más importante. ¿Por qué?, Pues porque el profesional de la fotodepilación láser que aplica la técnica debe conocer dos efectos, la absorción absoluta y la relativa.
La absoluta es la que está relacionada con la capacidad que tiene el área en el que se aplica el láser para absorber su energía, la relativa es la que está relacionada con la capacidad que tiene el pigmento oscuro, la melanina, para atrapar la radiación. Color de la piel y cantidad y distribución de la melanina son variables que el especialista tiene que tener en cuenta porque el láser es un aparato de radiación selectiva, como no puede ser de otra manera para un instrumento que opera con luz concentrada.
Un último dato, la radiación láser se absorbe y transforma su energía en calor, en un efecto térmico, en otro mecánico y en un último, químico. El efecto transformador que más ha de cuidar el especialista es el primero, el térmico, porque incide sobre la piel, que, si no se controla debidamente puede generar temperaturas no aconsejadas.